A la hora de cocinar carnes es normal cuestionarse ¿qué tipos de carnes son más saludables para el consumo humano? La respuesta es sencilla, las carnes magras y las que proceden de animales que no han sido cebados son las más sanas para nuestro organismo, sigue leyendo y descubre todo los detalles al respecto.
¿Cuáles son las carnes más sanas?
Aunque las carnes pertenecen a un grupo de alimentos que no deben comerse todos los días, es importante aprender a diferenciar las carnes que son más y menos saludables para incluirlas en el menú semanal.
En primer lugar para cocinar saludablemente es esencial huir del consumo de carne procesada que aumenta los indices de obesidad y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Cuando utilizamos el término de carne procesada hacemos referencia a la carne que se elabora y transforma mediante la fermentación, la salazón, el curado y el ahumado u otros procesos alimentarios para mejorar su conservación, sabor y alargar su fecha de caducidad.
Las carnes blancas como el conejo, el pavo o el pollo son las menos calóricas y por otro lado las carnes rojas como la de vaca, ternera, cerdo o cordero si se escogen adecuadamente no son carnes perjudiciales. Esto significa que si eliges cortes magros de ciertos animales según su edad puedes dar con partes rojas de carne o blancas con más o menos grasa. Cuando hablamos de carne magra nos referimos a la que posee menos de 10 gramos de grasa por cada 100 gramos de alimento, menos de 4,5 gramos de grasa saturadas y menos de 95 gramos de colesterol. Por ejemplo, si hablamos de vacuno o vaca vieja puedes optar por la parte de vacío, el lomo alto o bajo o el solomillo. En cuanto a las aves la pechuga y el muslo son las partes con menos grasa. Por otro lado, en el cerdo puedes elegir los cortes del solomillo, la paleta o el lomo.
Cuando te cuestionas los tipos de carnes que son más sanas, es verdad que además del corte tienes que preguntarte cuál es la técnica de cocina que se va emplear. Existen técnicas como la cocina al vapor, la cocina a baja temperatura u otras que evitan la pérdida de nutrientes, el cocinado con grasas adicionales u otros aspectos y por ello, son preparaciones perfectas para que tus platos sean mucho más sencillos y sanos. En este aspecto las frituras o los rebozados son dos tipos de preparaciones que requieren el uso en exceso de aceite de oliva virgen extra y que pueden ser más perjudiciales.
Por otro lado, un punto importante a la hora de consumir carne de forma responsable y saludable es la cantidad, normalmente se pueden incluir unos 125 gramos por persona en una alimentación saludable y equilibrada en la que abunde e consumo de verduras y frutas.
Lo recomendable según los expertos nutricionistas es elegir los cortes que poseen menos grasas y evitar el consumo de carnes procesadas o que son propias de animales que se han cebado y que no se crían en libertad. Al final una carne puede ser más o menos saludable según lo que come, cómo es criada, los químicos que puede tomar en su alimentación, sus términos de libertada y otros factores que incluyen directamente desde su nacimiento hasta que llega al punto de venta.
No debes olvidar que la carne recién cortada siempre es preferible a una carne cortada y envasada, la primera de ellas mantiene su calidad y su estructura. Otro tema interesante al respecto es comprar carne ecológica, de esta forma estás garantizando que su procedencia es de animales criados en condiciones, que han sido alimentados con productos naturales y no con harinas procesadas, además de que no se les aplican sustancias químicas, en este sentido, toda su vida sigue un proceso natural y huye de la utilización masiva de productos químicos.
Por lo tanto, no sólo se trata del tipo de carne, sino de elegir carne de vaca vieja, carne de ternera o carne de pollo sabiamente, descartando los cortes con más grasa y las piezas que proceden de una ganadería extensiva. Las mejores carnes de vaca vieja de España puedes encontrarlas en tiendas online gourmet o en los puntos de venta de confianza que cuidan los pastos y apuesta por una ganadería extensiva.
Lo ideal es comer menos carne pero de una calidad buena, la producción extensiva de carne hace alusión a lo contrario de intensivo, son ganaderías donde los animales son criados al aire libre, están sueltos y se alimentan de alimentos naturales. Es decir, que este sistema de producción animal se relaciona con el aprovechamiento total de los recursos naturales.